Muchas organizaciones implementan sistemas de gestión para cumplir con requisitos externos o acceder a nuevos mercados con fórmulas o modelos ya reconocidos y muchas veces convertido en "Norma", solo por ser lo que habitualmente se hace. Pero el verdadero valor de cualquier sistema de gestión emerge cuando se convierte en expresión viva del propósito de la empresa e incluye la misma percepción de sentido en las personas que forman parte de la organización.

Rediseñar los sistemas desde el propósito implica crecer en la conciencia del sentido y un real cambio cultural. Alimentar el conocimiento de fondo de la misión y visión desde el punto de vista interno y del verdadero sentido de los requerimientos "externos" lleva a un mayor empoderamiento que facilita la innovación y optimización de los sistemas de gestión.  

El cambio cultural de volver al sentido de propósito lleva la gestión a convertirse en una herramienta de coherencia y desarrollo interno y a una clara proyección externa de los valores y propósito de la organización.

En muchas de nuestras experiencias de consultoría la mayor alegría y satisfacción es testimoniar cómo estos cambios culturales favorecen el florecimiento y el bienestar integral de los colaboradores.

Cuando lo desees podemos hablar situados en el campo real de tu gestión y especialmente desde sus potenciales fortalezas, muchas veces escondidas debajo de pesados procesos de gestión no siempre enfocados.